El poder detrás de la cloroquina

Prodavinci  /  Pulitzer Center

La cloroquina y la hidroxicloroquina fueron uno de los cuatro grupos de medicamentos que la OMS incorporó a Solidaridad, un ensayo clínico global para probar la eficacia de tratamientos conocidos y disponibles para otras enfermedades, aplicados contra covid-19. Aunque investigadores alertaban sobre la falta de evidencia científica para demostrar que los antimaláricos eran eficaces contra el coronavirus, el lunes 18 de mayo Trump afirmó que tomaba hidroxicloroquina para prevenir el contagio. Cuatro días después, la revista científica The Lancet publicó un estudio que atribuía a la cloroquina y a la hidroxicloroquina “un aumento en el riesgo de arritmias ventriculares y un mayor riesgo de muerte hospitalaria” en pacientes de covid-19. El hallazgo obligó a la OMS a suspender temporalmente esos medicamentos del programa Solidaridad.