El tiempo del hambre

El tiempo contiene el aliento. Es verano y, tras la cosecha y con la mirada puesta en noviembre, los miedos de cada año de Joaquim vuelven a resurgir. El futuro no tardará en hacerse presente y llegará el momento en el que los planes no valdrán: sólo quedará el resultado del esfuerzo de unos meses de lucha silenciosa, sudada en cada gramo de tierra, en cada centímetro de cultivo. A un lado, kilos de comida en peligro. Al otro, nueve hijos con el hambre demasiado cerca. En el centro, el miedo de siempre y unos ojos teñidos de cansancio. Ahora, sin embargo, al final de este camino hay un atisbo de esperanza.