Una herida de barro tóxico de más de 700 kilómetros
El horizonte es un valle cubierto por lodo tóxico con una sierra al fondo y la neblina del primer invierno, sobreviven algunas palmeras y unas pocas ruinas de lo que hace seis meses era el distrito rural de Bento Rodrigues, perteneciente al municipio de Mariana, de Minas Gerais. Allí residían hace medio año unas 600 personas que tuvieron que dejar su vida a medio hacer y abandonar sus casas destruidas, entre un total de 1.200 desalojados contando otros barrios, cuando el 5 de noviembre del pasado año una avalancha de barro se les vino encima y mató al menos a 17 vecinos, al romperse una represa mineradora que derramó 50 millones de toneladas de barro mezclado con hierro y otros metales en la mayor catástrofe ambiental de la historia de Brasil.