Matar al lobo para salvarlo
El lobo ibérico (Canis lupus signatus) está estrictamente protegido al sur del Duero. Y en lo que va de año, el Gobierno de Castilla y León ya ha sentenciado a muerte a seis ejemplares en ese territorio señalado como santuario de la especie por la normativa europea. En cambio, al norte del río este animal está considerado como cinegético y cada año se establece en la normativa autonómica el número de ejemplares que los cazadores podrán abatir esa temporada. En toda la comunidad autónoma hay censadas 179 manadas y el cupo para este ejercicio es de 143 ejemplares (además de los seis que se abatirán al sur del Duero). En Asturias, la especie ni está protegida ni es cinegética. Pero el Gobierno autonómico ha establecido un cupo para este año de 45 ejemplares, que se podrán abatir en batidas de otras especies como venado o jabalí. Ya se han matado a 18 de ellos. Y mientras tanto, en otras regiones, como en Andalucía, donde la especie roza la extinción -si es que no se ha extinguido ya-, expertos y autoridades ya comienzan a plantear la necesidad de reintroducir lobos en Sierra Morena.