Jade Rivera Rossi, lectora voluntaria de PerCientEx
El pasado 17 de junio concluyó una etapa para el grupo de 40 voluntarias que participamos en el Observatorio PerCientEx 2021, una iniciativa que explora los criterios de excelencia en el ejercicio del periodismo científico iberoamericano.
Desde febrero nos conectamos una vez al mes para conversar sobre un texto periodístico común, y los criterios de excelencia presentes en él. Dialogábamos sobre el uso de reglas deontológicas, la importancia de consultar a más de una fuente, explicitar los límites de lo que se sabe y de lo desconocido, realizar innovaciones en las narrativas literarias o que el tema sea de cosecha propia, y no a remolque de la agenda de las revistas científicas de siempre. Toda la información se registraba a través de una plataforma colaborativa visual, un lienzo con post-it de colores, un espacio donde las personas extrovertidas y tímidas participaban al unísono.
Nos enfrentamos al desafío de medir el impacto del periodismo de forma objetiva, a través de una serie de criterios cualitativos escogidos de la literatura y aplicados a una selección de artículos, todos ellos galardonados con prestigiosos premios, como Ortega y Gasset 2021, NH, becas de Roche o del Pulitzer Center, Rainforest Journalism Fund, entre otros.
El equipo del Observatorio PerCientEx se encargó de hacer el compilado de textos entorno a cuatro temáticas: ciencia, tecnología, salud y medio ambiente. Luego, cada semana, el grupo de voluntarias recibía un artículo, y ponía a prueba los criterios identificados a lo largo de la lectura.
Esta lógica de participación se desarrolló desde febrero a mayo, tiempo en el que este “cerebro extendido de voluntarias” leyó y analizó más de un centenar de artículos. Resolvíamos dudas a través del foro privado de Slack, pero sobre todo nos ejercitábamos en el uso de los criterios de excelencia en las reuniones mensuales. Y en la última sesión grupal se precisó sobre cómo calibrar los criterios y volverlos más comprensibles, más precisos, más objetivos. Por ejemplo, se agregaron preguntas al criterio que define si un tema es noticioso o relevante, tales como ¿por qué se explica esta historia ahora? ¿Es relevante para el público? Otros criterios, en cambio, se simplificaron, como fue el caso del uso de herramientas digitales avanzadas y la calidad literaria.
No obstante, las principales novedades giraron en torno a dos temas. Uno tiene que ver con los elementos presentes en el titular de las noticias, un tema atingente puesto que la información viaja a través de redes sociales, como Facebook o Twitter. El otro criterio propuesto tiene que ver con una consideración transversal de las perspectivas de la diversidad, en especial la de género tanto a nivel de contenidos como de enfoque, puntualizó Michele Catanzaro, coordinador de PerCientEx.
Cada una de las personas que integramos el equipo de voluntarios se llevó una parte de PerCientEx consigo, un aprendizaje. Pedro Bardají, por ejemplo, añadió herramientas a su mochila de viaje como profesional de la comunicación científica. “Los voluntarios fuimos agentes activos en la mejora de los criterios. Hemos sido muchas voces, tanto de profesiones, disciplinas como de generaciones diferentes. Cada uno de nosotros tenía una visión de estos criterios, de cómo se estaban o no aplicando en los ejemplos de periodismo. Al comparar estas percepciones diferentes, hemos podido identificar agujeros y aportar en su redefinición”. Para Neus Pavon, tanto el acceso a artículos relevantes, así como los debates sobre ciencia y periodismo han sido enriquecedores para realizar una divulgación de calidad e innovar en sus clases de ciencias, como profesora de secundaria. Para Justa Martín, experimentar como voluntaria le ha dado un impulso más para reorientar su carrera hacia la comunicación.
PerCientEx fue una bocana de aire fresco para quienes trabajamos en periodismo y comunicación de la ciencia porque estimula nuevas interrogantes como, por ejemplo, cómo medir el impacto de los criterios a nivel cuantitativo, un tema fascinante pero que presenta algunas dificultades; la más evidente es definir el número mínimo de criterios para que un artículo sea considerado de excelencia.
El proyecto culminó con una jornada en formato híbrido – online y presencial-, donde participaron los periodistas de cuatro reportajes científicos. En este último encuentro se compartió el proceso de producción de estos artículos, así como retos y oportunidades para garantizar el periodismo de calidad.