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La forma y el fondo contra el silencio del silencio

por | Sep 20, 2022 | Artículo recomendado

Análisis por Jesús Mendez, periodista especializado en salud y analista de la edición 2022 del Observatorio PerCientEx.

“Siempre encontrarás la historia del ´bebé milagro´ pero, ¿dónde está toda la gente que falla? ¿Dónde están? ¿Qué hacen?”. Eso es lo que se pregunta una de las protagonistas del reportaje interactivo “Infertilidad. La otra cara de la maternidad”, escrito por Lara Bonilla (Diari ARA) y que estuvo nominado en la categoría de innovación en los European Press Prize.

El trabajo es un alegato para poner voz al silencio del silencio. El de aquellas parejas —y en especial el de aquellas mujeres— que recurren a la reproducción asistida por problemas de fertilidad y para las que el camino sigue marcado por las dificultades. Una historia que, una vez iniciada, está más cerca de ser norma que excepción, y que aquí viene contada por siete voces en ausencia casi total de narrador y fuentes “expertas”. Una opción en principio arriesgada que sin embargo aquí funciona como un paisaje de matices e información, lejos del cliché sentimental. Siete voces integradas en un interactivo que busca acompañarlas sin abrumar, que se pone a su servicio.

El silencio y las voces
“Y al final te encuentras sola en una cosa que parece que sólo te pasa a ti cuando resulta que le pasa a mucha gente. No es verdad que seamos pocos. Lo que pasa es que no se habla de ello». Así resumía la situación y el silencio otra de las protagonistas del artículo. Presentados en primera persona, se nos habla de asuntos como la culpabilidad y la presión social que sienten las mujeres ante la maternidad, los comentarios muchas veces bienintencionados pero equivocados, las diferencias en la forma de vivir la situación entre las parejas: unas se separan, a otras les ha unido más. Y también se habla del desconocimiento: de los efectos que provoca la hormonación, de la escasa educación sexual: “Yo ahora he conocido cómo funciona la reproducción femenina y me he conocido a mí misma. No tenemos ni idea de que como mucho puedes quedarte embarazada dos o tres días al mes”, dice una de las fuentes. Y después: «Tampoco se habla de la menstruación. No se habla del posparto, ni de la dureza de la maternidad o la lactancia. Es que no se habla de nada de lo que le pasa a la mujer. Y esto es una cosa más que nos pasa». Y la pregunta: “Si los hombres estuvieran en esta posición, ¿se hablaría más del tema?”.

Hay una aspiración más o menos generalizada en el periodismo de ciencia y especialmente en el de salud: imbuir con historias humanas y emotivas la información. A veces, sin embargo, se usan anécdotas sentimentales de forma en exceso autoconsciente. A veces, y paradójicamente, pueden alejar el objetivo en lugar de aproximarlo.

Aquí no hay trampa emotiva, sino emoción informativa. El reportaje se basa en las declaraciones de seis mujeres y un hombre que se ofrecen a dar cuenta de su situación. “Las encontramos a través de redes sociales, de consultas con psicólogos perinatales y de círculos
de mujeres”, explica Bonilla. También se entrevistó a voces expertas, pero “al final decidimos no incluirlas. La información ya la estaban dando las protagonistas, y tenía más fuerza así”. No todos los temas permiten esta aproximación. Este sí. Y funciona.

Sobre la estructura
Sin apenas voz narradora, el reportaje se sustenta en las voces en primera persona de las fuentes. Las declaraciones se agrupan en torno a once preguntas que van de la presión social y el impacto físico al tabú, la falta de información, el coste económico, los límites o la aceptación. “La estructura la decidimos sobre la marcha”, reconoce Bonilla. Cada protagonista tiene sus propios matices y experiencias, “pero había asuntos que se repetían y que nos permitieron agruparlos así”.

El interactivo intercala las declaraciones con fotografías de las protagonistas, y se pespunta con gráficos informativos y sencillos con datos al hilo de lo comentado. No hay vídeos, y un icono apenas resaltado permite de tanto en tanto escuchar las voces de las entrevistadas. El diseño invita pero no avasalla, no quiere abrumar diciéndote: mira todo lo que soy capaz de hacer. La herramienta se pone a disposición del tema y no a la inversa. Aunque se publicó una versión en papel, según Bonilla su impacto fue mucho menor al de la versión digital, donde “los tiempos de permanencia en la página fueron larguísimos”.

“Fue ante todo un trabajo de poda”, reconoce. Un trabajo que se hizo “sin fecha de entrega” y al que también por eso confiesa tenerle “un cariño especial”. El reportaje y este resumen terminan con esta declaración de una de sus protagonistas: “Todoesto que hago de explicarlo también lo hago por las mujeres que están pasando por ello o que pasarán. Para que no se sientan como me sentí yo: sola. Y pienso en mi sobrina, porque cuando ella sea mayor no sienta la presión de tener hijos si no quiere y si no puede, que tenga las herramientas y la información que yo no he tenido».

Para eso sirve, también, el periodismo.