La siguiente entrada recoge los testimonios de dos lectoras voluntarias de la edición 2020-2021 de PerCientEx.
Maria Justa Martín Rigo:
El proyecto PerCientEx llegó a mí de la mejor manera posible, por recomendación. Una amiga periodista que se acababa de inscribir me espoleó para que me apuntara. Ella sabía que había decidido redirigir mi carrera para convertirme en comunicadora científica y me presentó el proyecto como lo que ha sido: una buena oportunidad.
Soy genetista y microbióloga, pero iba bastante pez en comunicación; por lo que me preguntaba qué podría aportar yo en la definición de criterios periodísticos. Sin embargo, al ver la variedad de perfiles académicos de los voluntarios, entendí que la clave del éxito del proyecto estaba en la diversidad. Me apunté de inmediato.
Ahora, en perspectiva de todo el trabajo realizado, diría que, gracias al trabajo conjunto de todos los integrantes, he comprendido mejor la complejidad del periodismo científico. El proyecto ha cambiado mi visión, pues confieso que había dado por sentados algunos de los criterios de excelencia en el periodismo científico y otros no se me habrían ocurrido jamás. Además, al analizar la relevancia de los distintos elementos de la comunicación y cómo contribuye cada uno a la difusión de la información, pude entender que la interseccionalidad entre distintas disciplinas es indispensable para alcanzar una mayor conciencia colectiva de realidades que nos afectan a todos.
Sin duda alguna, participar en el proyecto ha sido muy enriquecedor; incluso me siento más confiada en la reorientación de mi vida profesional. De hecho, considero que ahora leo publicaciones científicas en la prensa con otro enfoque, más orientado a identificar los elementos que las constituyen e identificando la importancia de cada uno en la composición global. En definitiva, estoy muy agradecida por haber podido participar y formar parte de PerCientEx, especialmente por la última jornada en la que pudimos encontrarnos cara a cara.
«Considero que ahora leo publicaciones científicas en la prensa con otro enfoque, más orientado a identificar los elementos que las constituyen e identificando la importancia de cada uno en la composición global»
Maria Justa Martín Rigo
Gemma Rius:
No soy comunicadora, ni divulgadora o periodista científica, sino que me dedico a la investigación, concretamente desarrollando métodos de fabricación en tecnologías y procesado de materiales emergentes, como los que aplican a los ámbitos de la nanotecnología o los materiales 2D para aplicaciones electrónicas. Consciente de que mi trabajo es de hormiguita, y no el de los cambios de paradigma, de un tiempo a esta parte complemento cuanto y cuando puedo la difusión de los resultados de mi investigación entre pares, con iniciativas de diseminación y actividades. Idealmente, contribuirían a acercar e incrementar el interés de la sociedad por la ciencia y la tecnología, lo que incluye el generar una más rica y extendida cultura científica.
La idea de disponer de ese conjunto de aspectos, particularmente definidos por profesionales de la comunicación científica, me pareció un excelente proyecto precisamente. Y en el mejor de los casos, considerar esos criterios podría servirme de guía: lo vi como la mejor de las herramientas para comunicar la ciencia y tecnología al público general de forma más adecuada y efectiva.
La implementación del proyecto incluía una serie de actividades abiertas a los voluntarios.
Semana tras semana, aguardaba con entusiasmo mi cita semanal con el artículo de excelencia propuesto para analizar. Focalizada en el ejercicio, vencí mi inseguridad respecto sobre qué podía aportar o de si sería capaz. El hecho de que en el grupo del que formé parte principalmente analizáramos artículos relativos al medio ambiente, recursos naturales… posiblemente me libró de, si hubiera sido el caso, una cierta deformación profesional. Y en ello descubrí todo un movimiento, iniciativas de gran sensibilidad, rigor y análisis crítico, cargadas de profesionalidad. A menudo alejadas del mainstream de los medios de comunicación.
Aun así, sin duda, también destacaría las sesiones de puesta en común y debate, tanto por el fondo como por la forma. Y por la implicación, paciencia e intercambio de los coordinadores del proyecto y los organizadores de las sesiones. Parece que queda mucho por hacer, pero están comprometidos con un slow journalism, incluyendo el periodismo de investigación de calidad.
La palabra excelencia está en el foco de cualquier aspecto de la actividad investigadora. Hay programas y convocatorias sobre excelencia para premiar a las instituciones e investigadores. Las propuestas de proyecto empiezan por la sección de excelencia, la que debe contener el objeto, motivación y concepto de la investigación. La selección de candidatos para becas, ayudas o posiciones permanentes pretende identificar aquellos que lo son. En todo ello, actualmente hay una creciente inquietud sobre si los criterios y mecanismos para evaluarlo son justos y apropiados.
¿Qué diferencia o caracteriza un artículo periodístico científico de excelencia?
Como lector, un buen, excelente, artículo tal vez es como la belleza o la felicidad, no hay una manera universal de definirla, pero diría que todos sabemos reconocerla cuando topamos con ella. Espero poder repetir en la próxima edición.
Como lector, un buen, excelente, artículo tal vez es como la belleza o la felicidad, no hay una manera universal de definirla, pero diría que todos sabemos reconocerla cuando topamos con ella
Gemma Rius